Reunión anual de la Coalición Ciudadana Anti-incineración

Reunión anual de la Coalición Ciudadana Anti-incineración
2 de Octubre de 2010-San Justo, La Matanza

Reunión anual de la Coalición Ciudadana Anti-incineración 2010

Reunión anual de la Coalición Ciudadana Anti-incineración 2010

Reunión anual de la Coalición Ciudadana Anti-incineración 2010

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jueves, 29 de julio de 2010

Diez puntos para la gestión residuos de pilas y baterías


El Grupo de Investigacion sobre Medio Ambiente (GIMA), junto a más de 20 organizaciones ambientalistas, presentaron en el Congreso Nacional un informe acerca de la correcta gestión de residuos de pilas y baterías. Su manejo inadecuado es altamente peligroso para la salud y el ambiente. Es un informe enviado como complemento del proyecto sobre gestión de residuos electrónicos.
El documento contiene 10 puntos en donde se mencionan los riesgos ambientales que conlleva un tratamiento inadecuado de estos residuos. También se describe detalladamente el impacto que puede generar cada uno de los componentes con los que se producidos estos artefactos.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Las industrias sucias intentan apropiarse de la cumbre climática


Las industrias sucias intentan apropiarse de la cumbre climática
Copenhague, 3 de diciembre de 2009: Mientras los gobiernos de todo el mundo llegan a Copenhague para buscar soluciones a la acuciante crisis climática, las industrias contaminantes están intentando mantener sus negocios maquillando su pésima imagen. La industria incineradora, una de las más sucias, está tratando de disfrazarse como una “solución climática” para captar los subsidios destinados a apoyar el desarrollo de tecnologías limpias. La industria incineradora se encuentra reunida hoy en la conferencia sobre Residuos y Cambio Climático que organizó la Asociación Internacional de Residuos Sólidos (ISWA) junto con Danish Komptencecenter for Waste (DAKOFA) en Copenhague, donde lanzará su propuesta para combatir el cambio climático, en vísperas de la COP15. La Alianza Global por Alternativas a la Incineración (GAIA) está pidiendo a las delegaciones que exijan que el reciclaje, la reutilización y la reducción de la generación de residuos sean tomados como una prioridad por ISWA en la COP15 y que reconozcan que la verdadera solución al cambio climático es aplicar estrategias de Basura Cero, y no incinerar los residuos. La cumbre climática que se prolongará durante las dos próximas semanas es un evento clave para adoptar soluciones para el cambio climático y la justicia climática, particularmente en el sur, y no debería haber espacio alguno para que la industria se apropie de ella y promueva falsas soluciones. Neil Tangri, de GAIA, dijo: “La idea que podemos alcanzar la estabilidad climática a través de la incineración es absurda. Tenemos que reducir, reciclar y compostar los residuos, no incinerarlos.“Y agregó: “El reciclaje no solo es una práctica habitual en el mundo en desarrollo, sino que también brinda empleo a millones de personas pobres. Estos empleos, y los beneficios climáticos que aporta el reciclaje, se encuentran bajo amenaza por la presión de la industria incineradora para quemar los residuos.”El reciclaje es hasta 30 veces más efectivo en reducir las emisiones que la incineración [i] y da trabajo a aproximadamente 15 millones de personas en todo el mundo. [ii]ISWA es una organización internacional que promueve el desarrollo de esta falsa solución para tratar los residuos. Por ejemplo, en Brasil ISWA firmó un acuerdo con PLASTIVIDA, que agrupa a industrias del plástico, para desarrollar y promover tecnologías de “valorización energética” de los plásticos. [iii]En muchos países, ISWA organiza conferencias pro-incineración para los gobiernos, llevando empresas de incineración del Norte a promover su tecnología millonaria, derrochadora y contaminante en el Sur. Esas empresas, como Veolia, Covanta, Ramboll, Vestforbraending y Amagerforbraending, son las principales patrocinantes del evento de ISWA en Copenhague, y se las conoce por hacer un fuerte lobby para generar energía a partir de los residuos. Como integrantes del “grupo de tareas sobre cambio climático” de ISWA, que ha desarrollado la propuesta y el evento, impulsarán la errada e infundada visión que generar energía a partir de los residuos (específicamente a través de la incineración, sin contar a la digestión anaeróbica) es la solución que el sector residuos tiene para aportar ante el cambio climático. Jeni Mackay de GAIA dijo:“Viendo que la conferencia está siendo dominada por las empresas de valorización energética de los residuos por dos días, y que están desarrollando la propuesta de incinerar, es difícil ver cómo es que ISWA puede sostener que promueve una visión independiente y que trabaja por el interés público para promover y desarrollar un manejo de residuos sustentable a nivel internacional.”GAIA seguirá de cerca los resultados de la conferencia de ISWA en los próximos dos días. Para consultas de prensa, por favor contactar a: Jeni Mackay, GAIA, +447760231768(Reino Unido) Neil Tangri, GAIA , +4550105822 (presente en Copenhague) o por email a: zerowasteforzerowarming@googlmail.com *Referencias* [i] de acuerdo con el informe “Cooling Agents” recientemente publicado por Chintan, una organización de Nueva Delhi, India, que trabaja con recicladores del sector informal. [ii] de acuerdo con el Banco Mundial.[iii] http://www.abrelpe.org.br/noticias_releases.php?codeps=MzE=

lunes, 31 de agosto de 2009

LA ALIANZA GLOBAL POR ALTERNATIVAS A LA INCINERACION(GAIA)






LA HISTORIA DE LAS COSAS

¿Alguna vez te preguntaste de dónde salen las cosas que usamos y adónde van a parar después que las botamos a la basura?

Las cosas que usamos cotidianamente tienen una historia detrás. En todas las etapas que atraviesan, desde la extracción de recursos para fabricarlas, su producción, venta, consumo y disposición, se generan impactos ambientales y sociales. Sin embargo, la mayor parte de todo esto se oculta.

El sistema actual de producción y consumo está en crisis. Y el motivo es que se trata de un sistema lineal y nosotros vivimos en un planeta finito; y no es posible sostener un sistema lineal indefinidamente en un planeta con recursos finitos. Estamos usando y tirando demasiadas cosas.

Desde luego, en algunos países se consume mucho más que en otros, pero en América Latina cada vez nos acercamos más a los patrones de los países más consumistas, sobre todo en las grandes ciudades. En muchos lugares, el aumento del consumo está relacionado con la pérdida de la cultura local y la invasión de nuevos patrones culturales promovidos por inversores privados y gobiernos, y difundidos por muchos medios masivos de comunicación. Estos modelos promueven la propiedad privada como el valor fundamental de las sociedades “modernas” y “desarrolladas”, y destruyen las culturas tradicionales fundadas en otro tipo de valores que por lo general son más respetuosos con el ambiente y generan menos basura.

Es necesario que revisemos los valores que nos mueven y nos unamos para cambiar este sistema insostenible. Cada día puedes hacer algo para reducir el consumo innecesario: deja de usar productos desechables y utiliza materiales menos dañinos para el ambiente. Piensa qué cosas te hacen más feliz, y evalúa si son cosas materiales o inmateriales.

La historia de las cosas ofrece una mirada divertida y simple sobre el lado oculto de nuestros patrones de producción y consumo. Expone las conexiones entre una variedad de problemas ambientales y sociales asociados a las cosas que usamos, y nos invita a unir esfuerzos para construir un mundo más justo y más respetuoso con el ambiente y con las personas. Puede cambiar para siempre la forma en que ven las cosas…

Escrita por Annie Leonard y producida por Free Range Studios, los realizadores de videos como “The Meatrix” y “Grocery Store Wars.”


martes, 30 de junio de 2009

Un nuevo municipio de Argentina le dijo no a la incineración


El distrito bonaerense de Puán canceló la compra de un horno de incineración de residuos patogénicos, tras un año de lucha de los vecinos contra la instalación del horno

25 de junio de 2009. Puán, Buenos Aires: el Concejo Deliberante del distrito bonaerense de Puán canceló anoche el contrato de leasing para adquirir un horno de incineración de residuos patogénicos, dando respuesta al rechazo ciudadano a la instalación del incinerador.

La cancelación del contrato de leasing atiende al reclamo que hace un año llevan adelante los vecinos del distrito de Puán en contra de la instalación del horno de incineración de residuos patogénicos en la localidad 17 de agosto de ese distrito.

Un grupo de periodistas de Puán lideró la lucha contra la instalación del horno de incineración, informando a los vecinos sobre las consecuencias de la incineración de residuos sobre la salud y el ambiente, y exigiendo a las autoridades locales la opción por métodos de tratamiento menos contaminantes que la incineración.

Ellos distribuyeron información, realizaron entrevistas con expertos y organizaron charlas informativas para vecinos y funcionarios junto con la Coalición Ciudadana Anti-Incineración, en las que quedó claro que la instalación de un horno afectaría seriamente al bienestar de los puanenses.

La incineración de residuos emite al ambiente sustancias tóxicas, como dioxinas, plomo, arsénico, materia particulada, entre muchos otros, que provocan serios problemas de salud, como malformaciones congénitas, cáncer, problemas en el sistema inmunológico, en los riñones y pulmones. La incineración de residuos patogénicos es además una importante fuente de emisión de mercurio al ambiente. El mercurio es sumamente tóxico, afecta al sistema nervioso central y a los riñones, y puede transmitirse de la madre al bebé a través de la placenta. La incineración de residuos genera además cenizas tóxicas que concentran estas sustancias y deben ser tratadas como residuos peligrosos.

Diversas asociaciones de productores locales también se mostraron en contra del horno, en vista de que las emisiones de los incineradores pueden contaminar el suelo y los alimentos que se producen en esa zona agrícola-ganadera.

Por su parte, funcionarios del Organismo Provincial de Desarrollo Sostenible dieron una charla en la localidad de 17 de agosto, a la que acudió la mayoría de los personas de la comunidad, hablando sobre las supuestas bondades de la incineración. Las declaraciones de los funcionarios provinciales fueron refutadas por miembros de la Coalición Ciudadana Anti-Incineración, quienes además expresaron su alarma porque un organismo provincial que supuestamente debería proteger a los ciudadanos y al ambiente avale una tecnología tan obsoleta y contaminante como la incineración, existiendo tecnologías más seguras y menos nocivas para el tratamiento de estos residuos.
“Luchar contra el horno pirolítico ha sido muy duro” comenta Nancy Merchi, periodista de Puán involucrada en la lucha “pero hoy nos mostramos muy satisfechos por haber logrado sensibilizar toda la comunidad de Puán y en particular de 17 Agosto, y queremos manifestar nuestro agradecimiento a las instituciones que finalmente han decidido abandonar este proyecto nefasto”.


Existen estrategias de manejo de residuos patogénicos mucho más seguras y sustentables, basadas en mejores políticas de compras, separación y minimización de los residuos, y en el uso de tecnologías distintas de la incineración para la desinfección de residuos. Cada vez más municipios del país prohíben la incineración de residuos y optan por aplicar estrategias alternativas de manejo de residuos.

La Coalición Ciudadana Anti-Incineración celebra la decisión del honorable concejo deliberante del distrito de Puán y llama al Organismo Provincial de Desarrollo Sostenible de la provincia de Buenos Aires a dejar de promover tecnologías contaminantes como la incineración.

Contactos:
Nancy Marchi, Semanario Perfiles de Puán: 02923488362
Coalición Ciudadana Anti-Incineración: http://ar.mc316.mail.yahoo.com/mc/compose?to=info@noalaincineracion.org


www.noalaincineracion.org

viernes, 24 de octubre de 2008

Coalición Ciudadana Anti-Incineración

La Coalición: quiénes somos
En 1995 se formó la Coalición Ciudadana Anti-Incineración, una coalición de ciudadanos y organizaciones no gubernamentales preocupados por la expansión de la incineración de residuos hospitalarios, industriales y urbanos en la Argentina, y sus impactos sobre el medio ambiente y la salud humana.
La Coalición trabaja en distintas localidades y a nivel nacional para combatir la instalación y expansión de incineradores.
Ha conseguido detener el avance de esta tecnología y promover caminos alternativos para la solución real del problema de la basura, y en sus campañas integra a nuevos ciudadanos y organizaciones preocupados por los peligros que representa la incineración.
Para más información, escribir a info@noalaincineracion.org
Secretaría de la Coalición Ciudadana Anti-Incineración
C.C. 441 - Correo Central(2000) RosarioPcia. de Santa FeTel: 0341 4261475
El GIMA pertenece a esta coalición desde 2008.

¿Por qué no a la incineración?

¿Por qué no a la incineración?
Los altos niveles de basura que genera la población han llevado a un colapso de los sistemas tradicionales de disposición de residuos, como ser los rellenos sanitarios. Ante la falta de espacio para construir nuevos basureros y ante las deficiencias que han presentado muchos rellenos existentes, se promueve quemar la basura como la “solución” al problema. Sin embargo, la incineración de residuos origina nuevos problemas ambientales y sanitarios, desincentiva la minimización de la generación de residuos, y es incompatible con programas de recuperación, reciclaje y compostaje que valoricen los materiales descartados por la población.
Negocio verde
La incineración de residuos comenzó en EE.UU. y Europa Occidental en las décadas del ‘50 y el ‘60. La difusión pública de las evidencias científicas vinculadas a los impactos reales y potenciales de esta tecnología despertó la oposición de ciudadanos y organizaciones que comenzaron a movilizarse para evitar su instalación. Estas movilizaciones lograron detener una mayor expansión de este tipo de industrias en América del Norte y Europa. Frente a este obstáculo y favorecida por las normativas existentes, la industria de la incineración vio en América Latina, Europa del Este y Asia atractivos mercados para colocar su producto.
La “solución” se vuelve un problema: emisiones y efectos en la salud y el ambiente
La incineración de residuos libera al medio ambiente contaminantes sumamente tóxicos. Las emisiones se dan en forma gaseosa (a través de los gases de chimenea y de emisiones fugitivas), líquida (efluentes de los dispositivos de lavado de gases) y sólida (cenizas y filtros).
Las empresas de incineración aseguran un monitoreo continuo de los gases de las chimeneas pero en la práctica el mismo se reduce a unas pocas sustancias. En el caso de las dioxinas, si bien actualmente existen dispositivos para hacer monitoreo continuo, el proceso es tan costoso que solo se realiza en un ínfimo número de países desarrollados. En algunos países se requiere tomar muestras esporádicas de las emisiones y someterlas a análisis altamente costosos para conocer su contenido de dioxinas, pero difícilmente éstas sean muestras representativas sobre el funcionamiento de los incineradores ya que se toman en condiciones de operación óptimas y con preaviso. Por otra parte, muchos países ni siquiera disponen de laboratorios a escala real para medir concentración de dioxinas.
Entre los contaminantes tóxicos emitidos por los incineradores se encuentran dioxinas y furanos, metales pesados tales como plomo, cadmio y mercurio, gases de efecto invernadero, gases ácidos y partículas ultra finas.
Dioxinas
Dioxinas es el nombre que se da a un grupo de compuestos con estructura química similar. Son compuestos que se producen involuntariamente en los procesos de combustión que involucran el cloro. Este grupo abarca a las dibenzo-p-dioxinas policloradas, furanos, bifenilos policlorados (PCBs), y otros compuestos clorados.
Las dioxinas son Compuestos Orgánicos Persistentes (COPs). Son sustancias sumamente tóxicas aún en muy bajas concentraciones, persisten en el medio ambiente por períodos prolongados sin degradarse, se concentran en los tejidos grasos de los organismos vivos, se van acumulando a medida que asciende la cadena alimentaria (proceso llamado biomagnificación), y se transmiten de la madre al bebe durante la gestación o la lactancia. La Agencia de Protección del Medio Ambiente de EE.UU. ha concluido que la fuente más importante de exposición a las dioxinas es la alimentación.
Por otra parte, estos compuestos pueden ser fácilmente transportados tanto por agua como por aire, desde la incineradora que le dio origen a puntos muy alejados.
Las dioxinas son causantes de una variedad de problemas en la salud, incluyendo malformaciones congénitas, desarrollo anormal del feto, alteraciones en el sistema inmunológico y en el sistema hormonal, desórdenes en el comportamiento, aumento en la incidencia de diabetes, retraso en el desarrollo, y cáncer. La más tóxica de las dioxinas (2,3,7,8-tetraclorodibenzo-p-dioxina) ha sido clasificada como “cancerígeno humano cierto” por la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer, dependiente de la Organización Mundial de la Salud.
Metales pesados
Los metales pesados presentes en los materiales que ingresan al incinerador no se destruyen en el proceso de incineración, sino que son liberados íntegramente a través de sus efluentes. Entre los metales pesados emitidos al medio ambiente durante el proceso de incineración se encuentran el cadmio, plomo, mercurio, titanio, cromo, manganeso, hierro, bario, cobre, zinc, estroncio y estaño.
Los metales pesados generan una serie de daños a la salud de los seres vivos, incluyendo disfunciones neurológicas, alteraciones en el sistema inmunológico, malformaciones congénitas, problemas en los riñones y los pulmones.
Mercurio
La incineración de residuos es una importante fuente de emisión de mercurio al medio ambiente. El mercurio es bioacumulativo, y produce daños en el organismo a dosis muy bajas. Ataca el sistema nervioso central, puede dañar los riñones y los pulmones, y puede atravesar la placenta y la barrera hematoencefálica.
Partículas ultra finas
Entre las partículas que la incineración libera a la atmósfera se encuentran las partículas ultra finas, que por su ínfimo tamaño no son capturadas por los equipos de control de la contaminación. Son por ende liberadas a la atmósfera, donde pueden permanecer por períodos prolongados, e ingresan fácilmente al organismo ya que tampoco son filtradas por los mecanismos naturales del cuerpo.
Estas partículas transportan metales pesados, dioxinas y compuestos similares. Algunos metales pesados, al ser liberados en forma de partículas ultra finas, adquieren mayor potencial de daño ambiental y sanitario que el que tenían en la masa original de residuos.
Las partículas ultra finas han sido relacionadas con una variedad de problemas en la salud, incluyendo asma, problemas en el funcionamiento de los pulmones y problemas cardíacos.
Otros contaminantes
La incineración de residuos también contribuye en las emisiones de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono.
También emite gases ácidos, como óxidos de azufre y dióxido de nitrógeno, entre otros. Estos gases son precursores de la lluvia ácida y tienen una variedad de efectos en la salud, provocando especialmente problemas respiratorios.
Además de las dioxinas y furanos, los incineradores emiten otros COPs tales como los bifenilos policlorados, bencenos clorados y naftalenos policlorados, y otros compuestos como los hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAH) y compuestos orgánicos volátiles (VOC). Todas estas sustancias son altamente tóxicas, y causantes de una variedad de problemas a la salud.
Estos son sólo algunos de los compuestos que han sido identificados en las emisiones de los incineradores. Sin embargo, quedan muchos más por identificar, y por definir qué impactos tienen sobre el medio ambiente y la salud de la población.
Control de la contaminación: Misión imposible
Además de provocar la emisión al ambiente de compuestos peligrosos, la tecnología de la incineración no destruye jamás el 100% de los residuos. Parte de ellos son emitidos al ambiente intactos. Además, algunos de los residuos que ingresan a un incinerador son muy volátiles y se escapan a la atmósfera durante su almacenamiento, transporte y manejo rutinario.
El transporte de los residuos peligrosos desde las industrias a los incineradores incrementa las probabilidades de accidentes durante su traslado. Un accidente en un camión que transporta desechos peligrosos podría tener consecuencias sumamente graves.
Las empresas de incineración aseguran un monitoreo continuo de los gases de las chimeneas pero omiten decir que las dioxinas no pueden ser monitoreadas continuamente. Apenas se puede -y de manera esporádica- tomar muestras de las emisiones y someterlas a análisis altamente costosos para conocer su contenido de dioxinas. Por otra parte, muchos países ni siquiera disponen de laboratorios a escala real para medir concentración de dioxinas.
Aún así, tampoco se ejerce control sobre el destino de las contaminantes cenizas que se generan por la incineración de los residuos.
Plantas de “recuperación de energía”: maquillaje para la industria incineradora
Ante el desprestigio que sufre actualmente la industria incineradora, se ha tornado imperante para los promotores de la incineración buscar la manera de re-etiquetar a su tecnología de manera que se diferencie de las sucias plantas de quema masiva.
La estrategia adoptada por la industria incineradora ha sido promover cada vez más las llamadas plantas de “recuperación de energía”, como un método de “valorización” de los residuos a través de la recuperación de la energía que se produce durante la combustión. Entre estas plantas de “recuperación de energía” se encuentran la gasificación, la pirólisis, el tratamiento por arco de plasma y las plantas de co-generación, entre otros.
Sin embargo, la premisa de que se “recupera” energía en estos sistemas de tratamiento es una falacia si se toma en consideración el ciclo de vida de los materiales. La energía que se recupera en este tipo de plantas es mucho menor a la que se necesita para producir los materiales que se destruyen. Al finalizar el proceso, los materiales tratados por estos procesos son inservibles, y se necesita extraer materiales vírgenes para reemplazar esos productos. La energía necesaria para producir esos productos con materiales vírgenes supera ampliamente a la energía que esas plantas recuperan.
El verdadero ahorro de energía se da cuando se aprovechan esos materiales a través de la reparación, la reutilización, el reciclaje, el compostaje, etc.
Por otra parte, las plantas de “recuperación de energía” emiten al medio ambiente los mismos contaminantes que la incineración, por lo que son también un problema para el medio ambiente y la salud de la población.

¿Qúe es Basura Cero?

Basura Cero es el nombre de los planes que se han adoptado en varios lugares del mundo y que apuntan a disminuir gradualmente la basura llevada a disposición final (o incineración), estableciendo para ello metas concretas. Para lograr este objetivo es necesario encarar el problema a través de distintas estrategias como ser: reducción de la generación de residuos, reutilización, reciclaje (incluyendo compostaje y biodigestión de residuos orgánicos). Esto implica modificar los métodos de producción para reducir la generación y peligrosidad de los residuos y la utilización de materias primas en esa etapa, así como fabricar productos más duraderos, con menos sustancias tóxicas y que permitan una reutilización o reciclado más fácil al final de su vida útil. Desde esta mirada, Basura Cero adopta el Principio de Extensión de la Responsabilidad del Productor (ERP), que postula que son los productores quienes tienen que hacerse cargo de los impactos ambientales asociados a sus productos, en todo el ciclo de vida de los mismos; son ellos quienes tienen las herramientas para modificar el diseño de productos para minimizar la generación de residuos y la utilización de sustancias tóxicas en las distintas etapas; y quienes deben asumir los costos que esto implique.
En muchas ciudades e incluso países del mundo se han adoptado planes de basura cero: San Francisco (EEUU), Canberra (Australia), Kamikatsu (Japan), Halifax (Canada), Nueva Zelanda, son algunos ejemplos. En Argentina, la ciudad de Buenos Aires sancionó en noviembre de 2005 la ley 1854, conocida como Ley Basura Cero mediante la cual se establecieron metas de reducción de la basura llevada a disposición final, que apuntan a que la ciudad deje de enterrar residuos reciclables o aprovechables para el año 2020.