Reunión anual de la Coalición Ciudadana Anti-incineración

Reunión anual de la Coalición Ciudadana Anti-incineración
2 de Octubre de 2010-San Justo, La Matanza

Reunión anual de la Coalición Ciudadana Anti-incineración 2010

Reunión anual de la Coalición Ciudadana Anti-incineración 2010

Reunión anual de la Coalición Ciudadana Anti-incineración 2010

Reunión anual de la Coalición Ciudadana Anti-incineración 2010

viernes, 24 de octubre de 2008

Coalición Ciudadana Anti-Incineración

La Coalición: quiénes somos
En 1995 se formó la Coalición Ciudadana Anti-Incineración, una coalición de ciudadanos y organizaciones no gubernamentales preocupados por la expansión de la incineración de residuos hospitalarios, industriales y urbanos en la Argentina, y sus impactos sobre el medio ambiente y la salud humana.
La Coalición trabaja en distintas localidades y a nivel nacional para combatir la instalación y expansión de incineradores.
Ha conseguido detener el avance de esta tecnología y promover caminos alternativos para la solución real del problema de la basura, y en sus campañas integra a nuevos ciudadanos y organizaciones preocupados por los peligros que representa la incineración.
Para más información, escribir a info@noalaincineracion.org
Secretaría de la Coalición Ciudadana Anti-Incineración
C.C. 441 - Correo Central(2000) RosarioPcia. de Santa FeTel: 0341 4261475
El GIMA pertenece a esta coalición desde 2008.

¿Por qué no a la incineración?

¿Por qué no a la incineración?
Los altos niveles de basura que genera la población han llevado a un colapso de los sistemas tradicionales de disposición de residuos, como ser los rellenos sanitarios. Ante la falta de espacio para construir nuevos basureros y ante las deficiencias que han presentado muchos rellenos existentes, se promueve quemar la basura como la “solución” al problema. Sin embargo, la incineración de residuos origina nuevos problemas ambientales y sanitarios, desincentiva la minimización de la generación de residuos, y es incompatible con programas de recuperación, reciclaje y compostaje que valoricen los materiales descartados por la población.
Negocio verde
La incineración de residuos comenzó en EE.UU. y Europa Occidental en las décadas del ‘50 y el ‘60. La difusión pública de las evidencias científicas vinculadas a los impactos reales y potenciales de esta tecnología despertó la oposición de ciudadanos y organizaciones que comenzaron a movilizarse para evitar su instalación. Estas movilizaciones lograron detener una mayor expansión de este tipo de industrias en América del Norte y Europa. Frente a este obstáculo y favorecida por las normativas existentes, la industria de la incineración vio en América Latina, Europa del Este y Asia atractivos mercados para colocar su producto.
La “solución” se vuelve un problema: emisiones y efectos en la salud y el ambiente
La incineración de residuos libera al medio ambiente contaminantes sumamente tóxicos. Las emisiones se dan en forma gaseosa (a través de los gases de chimenea y de emisiones fugitivas), líquida (efluentes de los dispositivos de lavado de gases) y sólida (cenizas y filtros).
Las empresas de incineración aseguran un monitoreo continuo de los gases de las chimeneas pero en la práctica el mismo se reduce a unas pocas sustancias. En el caso de las dioxinas, si bien actualmente existen dispositivos para hacer monitoreo continuo, el proceso es tan costoso que solo se realiza en un ínfimo número de países desarrollados. En algunos países se requiere tomar muestras esporádicas de las emisiones y someterlas a análisis altamente costosos para conocer su contenido de dioxinas, pero difícilmente éstas sean muestras representativas sobre el funcionamiento de los incineradores ya que se toman en condiciones de operación óptimas y con preaviso. Por otra parte, muchos países ni siquiera disponen de laboratorios a escala real para medir concentración de dioxinas.
Entre los contaminantes tóxicos emitidos por los incineradores se encuentran dioxinas y furanos, metales pesados tales como plomo, cadmio y mercurio, gases de efecto invernadero, gases ácidos y partículas ultra finas.
Dioxinas
Dioxinas es el nombre que se da a un grupo de compuestos con estructura química similar. Son compuestos que se producen involuntariamente en los procesos de combustión que involucran el cloro. Este grupo abarca a las dibenzo-p-dioxinas policloradas, furanos, bifenilos policlorados (PCBs), y otros compuestos clorados.
Las dioxinas son Compuestos Orgánicos Persistentes (COPs). Son sustancias sumamente tóxicas aún en muy bajas concentraciones, persisten en el medio ambiente por períodos prolongados sin degradarse, se concentran en los tejidos grasos de los organismos vivos, se van acumulando a medida que asciende la cadena alimentaria (proceso llamado biomagnificación), y se transmiten de la madre al bebe durante la gestación o la lactancia. La Agencia de Protección del Medio Ambiente de EE.UU. ha concluido que la fuente más importante de exposición a las dioxinas es la alimentación.
Por otra parte, estos compuestos pueden ser fácilmente transportados tanto por agua como por aire, desde la incineradora que le dio origen a puntos muy alejados.
Las dioxinas son causantes de una variedad de problemas en la salud, incluyendo malformaciones congénitas, desarrollo anormal del feto, alteraciones en el sistema inmunológico y en el sistema hormonal, desórdenes en el comportamiento, aumento en la incidencia de diabetes, retraso en el desarrollo, y cáncer. La más tóxica de las dioxinas (2,3,7,8-tetraclorodibenzo-p-dioxina) ha sido clasificada como “cancerígeno humano cierto” por la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer, dependiente de la Organización Mundial de la Salud.
Metales pesados
Los metales pesados presentes en los materiales que ingresan al incinerador no se destruyen en el proceso de incineración, sino que son liberados íntegramente a través de sus efluentes. Entre los metales pesados emitidos al medio ambiente durante el proceso de incineración se encuentran el cadmio, plomo, mercurio, titanio, cromo, manganeso, hierro, bario, cobre, zinc, estroncio y estaño.
Los metales pesados generan una serie de daños a la salud de los seres vivos, incluyendo disfunciones neurológicas, alteraciones en el sistema inmunológico, malformaciones congénitas, problemas en los riñones y los pulmones.
Mercurio
La incineración de residuos es una importante fuente de emisión de mercurio al medio ambiente. El mercurio es bioacumulativo, y produce daños en el organismo a dosis muy bajas. Ataca el sistema nervioso central, puede dañar los riñones y los pulmones, y puede atravesar la placenta y la barrera hematoencefálica.
Partículas ultra finas
Entre las partículas que la incineración libera a la atmósfera se encuentran las partículas ultra finas, que por su ínfimo tamaño no son capturadas por los equipos de control de la contaminación. Son por ende liberadas a la atmósfera, donde pueden permanecer por períodos prolongados, e ingresan fácilmente al organismo ya que tampoco son filtradas por los mecanismos naturales del cuerpo.
Estas partículas transportan metales pesados, dioxinas y compuestos similares. Algunos metales pesados, al ser liberados en forma de partículas ultra finas, adquieren mayor potencial de daño ambiental y sanitario que el que tenían en la masa original de residuos.
Las partículas ultra finas han sido relacionadas con una variedad de problemas en la salud, incluyendo asma, problemas en el funcionamiento de los pulmones y problemas cardíacos.
Otros contaminantes
La incineración de residuos también contribuye en las emisiones de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono.
También emite gases ácidos, como óxidos de azufre y dióxido de nitrógeno, entre otros. Estos gases son precursores de la lluvia ácida y tienen una variedad de efectos en la salud, provocando especialmente problemas respiratorios.
Además de las dioxinas y furanos, los incineradores emiten otros COPs tales como los bifenilos policlorados, bencenos clorados y naftalenos policlorados, y otros compuestos como los hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAH) y compuestos orgánicos volátiles (VOC). Todas estas sustancias son altamente tóxicas, y causantes de una variedad de problemas a la salud.
Estos son sólo algunos de los compuestos que han sido identificados en las emisiones de los incineradores. Sin embargo, quedan muchos más por identificar, y por definir qué impactos tienen sobre el medio ambiente y la salud de la población.
Control de la contaminación: Misión imposible
Además de provocar la emisión al ambiente de compuestos peligrosos, la tecnología de la incineración no destruye jamás el 100% de los residuos. Parte de ellos son emitidos al ambiente intactos. Además, algunos de los residuos que ingresan a un incinerador son muy volátiles y se escapan a la atmósfera durante su almacenamiento, transporte y manejo rutinario.
El transporte de los residuos peligrosos desde las industrias a los incineradores incrementa las probabilidades de accidentes durante su traslado. Un accidente en un camión que transporta desechos peligrosos podría tener consecuencias sumamente graves.
Las empresas de incineración aseguran un monitoreo continuo de los gases de las chimeneas pero omiten decir que las dioxinas no pueden ser monitoreadas continuamente. Apenas se puede -y de manera esporádica- tomar muestras de las emisiones y someterlas a análisis altamente costosos para conocer su contenido de dioxinas. Por otra parte, muchos países ni siquiera disponen de laboratorios a escala real para medir concentración de dioxinas.
Aún así, tampoco se ejerce control sobre el destino de las contaminantes cenizas que se generan por la incineración de los residuos.
Plantas de “recuperación de energía”: maquillaje para la industria incineradora
Ante el desprestigio que sufre actualmente la industria incineradora, se ha tornado imperante para los promotores de la incineración buscar la manera de re-etiquetar a su tecnología de manera que se diferencie de las sucias plantas de quema masiva.
La estrategia adoptada por la industria incineradora ha sido promover cada vez más las llamadas plantas de “recuperación de energía”, como un método de “valorización” de los residuos a través de la recuperación de la energía que se produce durante la combustión. Entre estas plantas de “recuperación de energía” se encuentran la gasificación, la pirólisis, el tratamiento por arco de plasma y las plantas de co-generación, entre otros.
Sin embargo, la premisa de que se “recupera” energía en estos sistemas de tratamiento es una falacia si se toma en consideración el ciclo de vida de los materiales. La energía que se recupera en este tipo de plantas es mucho menor a la que se necesita para producir los materiales que se destruyen. Al finalizar el proceso, los materiales tratados por estos procesos son inservibles, y se necesita extraer materiales vírgenes para reemplazar esos productos. La energía necesaria para producir esos productos con materiales vírgenes supera ampliamente a la energía que esas plantas recuperan.
El verdadero ahorro de energía se da cuando se aprovechan esos materiales a través de la reparación, la reutilización, el reciclaje, el compostaje, etc.
Por otra parte, las plantas de “recuperación de energía” emiten al medio ambiente los mismos contaminantes que la incineración, por lo que son también un problema para el medio ambiente y la salud de la población.

¿Qúe es Basura Cero?

Basura Cero es el nombre de los planes que se han adoptado en varios lugares del mundo y que apuntan a disminuir gradualmente la basura llevada a disposición final (o incineración), estableciendo para ello metas concretas. Para lograr este objetivo es necesario encarar el problema a través de distintas estrategias como ser: reducción de la generación de residuos, reutilización, reciclaje (incluyendo compostaje y biodigestión de residuos orgánicos). Esto implica modificar los métodos de producción para reducir la generación y peligrosidad de los residuos y la utilización de materias primas en esa etapa, así como fabricar productos más duraderos, con menos sustancias tóxicas y que permitan una reutilización o reciclado más fácil al final de su vida útil. Desde esta mirada, Basura Cero adopta el Principio de Extensión de la Responsabilidad del Productor (ERP), que postula que son los productores quienes tienen que hacerse cargo de los impactos ambientales asociados a sus productos, en todo el ciclo de vida de los mismos; son ellos quienes tienen las herramientas para modificar el diseño de productos para minimizar la generación de residuos y la utilización de sustancias tóxicas en las distintas etapas; y quienes deben asumir los costos que esto implique.
En muchas ciudades e incluso países del mundo se han adoptado planes de basura cero: San Francisco (EEUU), Canberra (Australia), Kamikatsu (Japan), Halifax (Canada), Nueva Zelanda, son algunos ejemplos. En Argentina, la ciudad de Buenos Aires sancionó en noviembre de 2005 la ley 1854, conocida como Ley Basura Cero mediante la cual se establecieron metas de reducción de la basura llevada a disposición final, que apuntan a que la ciudad deje de enterrar residuos reciclables o aprovechables para el año 2020.

jueves, 2 de octubre de 2008

Informe los Residuos de Rosario de la Frontera

RESIDUOS SÓLIDOS DOMICILIARIOS

Situación actual de Rosario de la Frontera
(Primera Sección)
Cantidad de habitantes: 35.000 (aproximadamente en todo el departamento)

Generación :
En Rosario de la Frontera se generan 17,520 Tn diarias (0.80 kg/capita/día) (Datos año 2003).
No se poseen datos actuales, a continuación se brindan las cifras estimativas de producción de residuos de acuerdo a la capacidad de los vehículos de recolección.
Maquinarias
2 Compactadoras: capacidad 4,5 Tn.
1 Camión volquete: capacidad 4,0 Tn.
Viajes por día
Día Lunes
Compactadoras: 3 (Toneladas recolectadas 27)
Camión: 3 (Toneladas recolectadas 12)Días Martes a Viernes
Compactadoras: 1 (Toneladas recolectadas 9)
Camión: 1 (Toneladas recolectadas 4)
Totales de Toneladas estimativas recolectadas
Día Lunes : 39
Días Martes a Viernes: 13 (por día)
Total en la semana: 91
Tipo :
Residuos Sólidos Domiciliarios o Urbanos.
Residuos Orgánicos o fracción húmeda: restos de cocina, frutas, verduras, corte de césped, poda de árboles, etc.
Residuos Inorgánicos o fracción seca: cartón, papel, plásticos, etc.
Residuos asimilables a urbanos (escombros).
Residuos carnicos.
Residuos Peligrosos Domiciliarios: pilas, toallas femeninas, remedios vencidos, etc.
Acondicionamiento: La recolección de los residuos es realizada por el Municipio en horario vespertino.
La falta de conocimiento del problema que se ocasiona sacando los residuos fuera del horario establecido, conduce a la rotura de bolsas y diseminación de los residuos (los animales sueltos contribuyen a la dispersión). Todo esto produce un aspecto desagradable y genera focos infecciosos.
Mas se agrava el problema cuando los vecinos a pesar de contar con los servicios diarios de recolección vuelcan sus residuos en terrenos baldíos, costados de avenidas o rutas, etc.
Esto además del desmejoramiento paisajístico que produce convierte el lugar en foco de reproducción de vectores y olores desagradables. Es otra de las formas que tiene el ser humano de contaminar el ambiente.
Recolección y Transporte:
1) Cantidad de Manzanas con servicio de recolección domiciliaria:
340 Manzanas.
2) Número de personas y cantidad de horas afectadas al servicio:
11 – Personas.
6 – Horas por día por persona.
132- Horas por mes por persona.
De Lunes a Viernes 1 tractorista, 2 recolectores por cada compactadota (Total 2 Compactadotas).
De Lunes a Viernes 1 tractorista y 3 recolectores por acoplado de limpieza en cada turno (Existen 2 turnos de recolección con el acoplado de limpieza únicamente).
De Lunes a Viernes 1 chofer y 3 recolectores en camión volquete (En 1 turno).
3) Vehículos utilizados en la recolección:
2 Tractores y 2 Compactadores de 14 a 20 hrs.
1 Acoplado de limpieza de 7 a 13 hrs. y de 13 a 19 hrs. (2 Turnos Diarios).
1 Camión volquete (1 Turno diario).
Capacidad de los vehículos:
Compactadotas 4,5 Tn.
Acoplado 5.0 Tn.
Camión volquete 4.0 Tn.
2 Motoniveladoras una vez por semana en el predio del depósito de residuos a cielo abierto.
4) Porcentaje estimativo de la población servida: 95 % en la capital del departamento.
En la localidad de El Naranjo se realiza 1 recolección cada 15 días.
5) Costo del servicio en combustible:
Litros de Gas Oil por día: 20 litros por vehículo.
Litros de Gas Oil por mes: 400 litros por vehículo.
6) Lo negativo de las compactadotas que se utilizan es:
1 Poca capacidad de carga lo cual permite que en algunas oportunidades se pierdan bolsas de residuos durante el recorrido o trayecto al destino final.
2 Al efectuar el proceso de compactación en las calles de la ciudad, las mismas pierden los líquidos que se generan por la degradación de los residuos orgánicos.
Los siguientes barrios solo reciben el servicio de recolección 2 veces por semana, se debe destacar las consecuencias sanitarias que producen el acondicionamiento precario y la demora en ser recolectados los residuos.
Barrio Ramón Abdala *
Barrio Obras Sanitarias *
Santa Ana *
Referencia: (*) En estos barrios habitan familias con NBI (Necesidades Básicas Insatisfechas).
Destino Final:
Todo los Residuos Sólidos Domiciliarios tienen como destino final el vertedero a cielo abierto municipal.
El predio ubicado a unos 3000 metros de la plaza principal en la zona de San Martín, el cual es alquilado para tal fin.
En este vertedero particulares descargan: residuos de plantas procesadoras de legumbres como así también residuos cárnicos.

Tratamiento:
Los residuos sólidos domiciliarios depositados no reciben ningún tipo de tratamiento actualmente.
Contaminación :
Agua: Parte de los residuos son depositados en el Arroyo San Martín, el cual en épocas estivales arrastra los mismos hacia el Río Rosario.
Aire: Se realiza la quema de los residuos los gases y humo producto de la misma llegan hacia la propia ciudad.
Visual: El viento disemina en el predio y fuera del mismo parte de los residuos mayormente bolsas plásticas.
Suelo: Por la quema las cenizas y los residuos no degradables contaminan el mismo.
Aspecto Social :
De acuerdo a la ubicación del vertedero a cielo abierto el mismo colinda con el Barrio San Martín, en dicho barrio se encuentran alrededor de 51 familias que habitan en viviendas precarias.
Con respecto a las patologías que se detectan en este barrio podemos decir que existe la presencia de:
Piodermitis.
Parasitosis.
Diarrea.
Pediculosis.
IRA (Infecciones Respiratorias Agudas).
Accidentes Caseros.
Recuperadores Informales:
Esta actividad la desarrolla un grupo estimativo de 30 personas, algunos lo hacen en el vertedero a cielo abierto municipal y otras en la ciudad.